Oración de la Mañana – Domingo 6 de Octubre de 2024

Oración de la Mañana – Domingo 6 de Octubre de 2024

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Señor, me postro ante tu presencia para alabarte por este día que comienza y agradecerte por todas las oportunidades que me regalas en esta bella mañana. Te pido, Señor, que en este nuevo día me ayudes a tener pensamientos de amor y palabras justas y bondadosas. Solo en ti encuentro el verdadero sentido de mi vida, solo tú puedes llenar mi espíritu y darme las gracias que necesito.

Derrama tu Espíritu Santo sobre mí, renueva mis fuerzas y dame la valentía para seguir luchando. Bendito eres, porque a pesar de mis cargas y cansancio, tú me das las fuerzas para levantarme y vivir en tu presencia. Quiero entregarte mi vida y todo aquello que me quita la paz y no me permite ver la grandeza de tu amor.

Te pido, Señor, que pongas en mi boca palabras sabias para comunicarme con los que me rodean. No permitas que, por impulsividad, lastime a otros. Ayúdame a recordar que mis palabras tienen poder: pueden construir o destruir, dar vida o causar dolor. Dame la sabiduría para elegir siempre las palabras que edifican, animan y consuelan, transmitiendo tu amor y paz.

Con un corazón sincero, me acerco a ti esta mañana. Gracias, Señor, por acogerme. No mires mis fallas, sino mi deseo de encontrarte. Me abandono en tus manos misericordiosas para que transformes mi corazón en un instrumento de tu paz. Desde este momento, quiero estar en tu presencia todo el día y no apartarme de ti.

Padre celestial, en este día quiero confiar en tus promesas y en tu divina palabra. Que todo el gozo que das a quienes te aman se refleje en mí. Hoy necesito que te hagas presente, que me levantes en victoria, mostrándome todas las bendiciones que tienes para mí. Tú me creaste, me sostienes, y siempre me acompañas.

Toca mi corazón, Señor, y quita de mí todo miedo e inseguridad. Ayúdame a confiar en ti, sabiendo que siempre estás a mi lado y que nunca me abandonas. Quiero que mi vida refleje tu amor, viviendo con la alegría de saber que soy tu hijo amado. Nada ni nadie podrá separarme de tu amor. Te pido que me acompañes en cada paso que dé hoy, para que siempre esté bajo tu gracia y salvación.

Padre mío, quiero vivir en tu alegría y misericordia. Por eso, pongo en tus manos mis obras, proyectos y metas para que los bendigas. Amén.